Una visita que no se olvidará

Me parece como si hubiese sido ayer. Aquellos días de agosto de 2006, en mi viaje a Grecia, la primera vez que salía del país con conocimiento de causa. La gente era muy amable, lo que me hizo acordar o asemejarlo con Argentina.

Luego de unos días en Atenas, el destino era Salónica, donde se encontraba parte de la familia a la que estaba prevista la visita. Thessaloniki, el nombre de la ciudad sin traducción, era un lugar donde abundaban los edificios, y donde no lo hacían los árboles o lugares verdes. Las veredas angostas, al igual que las calles, excepto en avenidas.

Pero, sin dudas, para una persona que ama los deportes, y en especial el fútbol, haber visto los estadios de los dos equipos más importantes de aquella ciudad, fue algo que no se borrará jamás.

El del PAOK, realmente grande, uno de los mejores equipados del país, podía compararse con el de River Plate, en cuanto a canchas argentinas. Realmente me impactó lo alto. Había sido utilizado para entrenamientos con vistas a los Juegos Olímpicos realizados dos años antes.

El del Aris, más pequeño pero más acogedor, una especie de "Bombonera", pero con menos tribuna (la de Argentinos Juniors sería la mejor comparación), es conocido por la recepción de la gente a su equipo. La época de agosto-septiembre, en pleno verano, no es la mejor fecha para ver fútbol, ya que, es la época donde no lo hay.

Uno sueña, en el futuro próximo, poder visitar el resto de los estadios del país y de poder visualizar algún encuentro para sentir en primera persona lo que es ver GREEK FUTBOL.